Jung consideraba al inconciente como "un principio creativo e inteligente, que vinculaba al individuo con la totalidad de la humanidad, la naturaleza y el conjunto del cosmos."[1] Para la psicología transpersonal la salud no es lo mismo que la normalidad. La normalidad es el estado de conciencia en el que se encuentra la mayoría de la gente; es un dato estadístico, no el objetivo que se persigue en una terapia.
Y sea cual fuere la forma de su propia resurrección, no lo hará motivado por la gran búsqueda, sino impulsado por el gran deber, por su Dharma ilimitado, por la manifestación de sus potencialidades más elevadas, y entonces el mundo comenzará a cambiar gracias a usted. Y usted nunca se desalentará, nunca temerá fracasar en su gran misión y nunca se alejará de ella, porque la conciencia simple y omnipresente se halla con usted, ahora y siempre, hasta el fin de todos los mundos, porque ahora, siempre e interminablemente siempre, lo único que existe es el Espíritu, la concienca intrínseca, la concienca simple de esto y nada más.